Antes de nada agradecer al actor su entregada colaboración. Nadie nace aprendido por eso cuando alguien tiene la ocasión de trabajar con gente experta siempre aprende algo.
No hay duda de que cambiaría muchas cosas de este corto si lo volviese a hacer, pero ya no sería este corto (para mí el primero realmente serio). Al igual que con el documental Donde el silencio es Olvido, hay ciertas ideas que se han quedado en el tintero o no las he sabido resolver (o no he podido por falta de medios). En este caso hecho de menos el no haber definido más el ritmo de la acción (y haber quitado algunos planos que sobran, y otros que faltan haberlos metido... poca cosa). De todas formas estoy satisfecho con el resultado porque en el fondo la idea queda clara, la sensación de ansiedad es perceptible aunque las segundas lecturas (que las tiene) han resultado ser demasiado sutiles.
El audio es un desastre, pero es lo que pasa cuando un técnico de sonido pasa de todo y te deja con el audio gravado en un mini disk sin sincronizar, sin parte de cámara y sin ni siquiera tener la claqueta de referencia... los efectos los he tenido que buscar yo también...en fin. En cambio la imagen, que es cierto que parece de mala calidad es el producto de un esfuerzo de los técnicos de imagen por hacer algo distinto por contar algo más, el resultado no hace justicia al esfuerzo y al valor (se jugaban su nota).
Enhorabuena a la productora por conseguir un autobús de línea por la cara durante dos días y con conductor incluido (Carlos) al que por cierto aún le debo este corto pero no fui capaz de localizarlo, quizás algún día pueda verlo.
No me puedo olvidar de darle las gracias a Vitrasa ni a Formula Kit, patrocinadores y colaboradores imprescindibles, por lo menos que el que lea esto sepa que han colaborado con un "realizador" gallego.
